Foto EFE
Barcelona le ganó al Espanyol y decretó el descenso del conjunto periquito tras 26 años en la máxima categoría.
Luis Suárez fue el verdugo del Espanyol. El Pistolero marcó el único tanto culé en el complemento que sentenció la estadía del Espanyol en primera.Con su grito convertido llegó a 195 goles en el Barcelona superando a Kubala. En Liga, el uruguayo gritó 146, 23 en Champions, 19 en Copa del Rey, hizo otros 5 en el Mundial de Clubes, uno en Supercopa española y el restante en Supercopa de Europa.
Dejando de lado la estratosférica cifras del uruguayo, el Espanyol , con un claro 5-3-2, salió a cuidar su arco con obsesión apelando a un empate o lograr un contragolpe milagroso que lo lleve al triunfo. El descenso, más allá de este partido, estaba prácticamente decretado. La temporada, por la que pasaron cuatro técnicos( David Gallego, Pablo Machín, Abelardo y Rufete ) fue de las peores. Tampoco fue un partido de maravilla del Barcelona que le costó más de la cuenta encontrar espacios en las inmediaciones de la portería rival.
El ingreso de Ansu Fati para los culé en el complemento no fue la gran solución . En apenas uno puñado de minutos vio la roja y se fue a las duchas. Los periquitos sin demasiados argumentos estaban cumpliendo el objetivo de cuidar el cero. Pese a la posible luz de esperanza, Pol Lozano dejó a su equipo con 10 equilibrando de esta manera las fuerzas. La balanza la inclinó Luis Suárez con su imperdonable definición, dolorosa para los blanquiazules. Los minutos se consumieron con el orgullo del Espanyol tocado, dando la cara pese al toqueteo culé sin demasiado peligro.
Con respecto al desarrollo del partido donde salió la MSG de arranque el entrenador Setién dijo «No hemos estado brillantes. Hemos sacado adelante un partido muy complicado. A todos nos gustaría repetir el partido del otro día contra el Villarreal, pero no es fácil. Estoy contento con la victoria, hay muchísima igualdad y es complicado».
con la 10 en la espalda 